Fuente: AutoAnuario
Resulta una experiencia interesante, comprobar las reacciones de la gente ante la presencia de autos nuevos, durante el período en el que les efectuamos las pruebas para informar nuestras impresiones de manejo. La variedad de modelos y de segmentos que hemos testeado durante el año anterior, generan sensaciones diferentes en determinados grupos de personas según sus niveles de afinidad, amén de los fanáticos de los fierros, a quienes nos gustan casi todos.
Nunca hasta ahora nos había ocurrido comprobar que un vehículo despertara una mezcla de curiosidad y admiración en tanta gente de los más variados sectores sociales, como sucedió con el pequeño Noble. Estacionado o en marcha, permanentemente se aproximaban personas para verlo de cerca, preguntar sobre sus características, o simplemente acompañar con la mirada su paso.
No es casual. Este nuevo producto de origen chino, tiene una serie de atributos que lo hacen verdaderamente atractivo, y cautivante de miradas. Claramente inspirado en el clásico europeo Smart, presenta alguna diferencias estéticas, mecánicas y de costos con respecto a éste, que lo convierten en una interesante y válida alternativa.
Exteriormente, se destacan en su diseño los faros delanteros estilizados con focos de doble parábola, las grandes puertas laterales que ocupan cerca de la mitad de la longitud del auto, las llantas deportivas con neumáticos de bajo pefil y banda de rodamiento muy ancha, y el sector trasero con un portón de apertura vertical dividido en dos partes: una de cristal que abre hacia arriba, y otra metálica, que lo hace hacia abajo y es del tipo pick up.
Cabe mencionar que no cuenta con baúl mientras los asientos posteriores se mantienen en su posición. Para generar dicho espacio, éstos se pueden rebatir, formándose lugar suficiente para colocar varias maletas.
Se presenta con opciones de varios colores de pinturas tal como rojo, amarillo y azul, siempre combinados con negro en parantes, techo y una franja descendente por detrás, que contornea la parte inferior de las puertas.
Pasando al interior, hay varios aspectos sumamente destacables. En primer término, la comodidad para el acceso, gracias al tamaño de las puertas. En segundo, la buena altura con respecto al piso, que contribuye también para facilitar dicho acceso y es fundamental para la posición de manejo. En tercero, la gran amplitud de espacio para las piernas y brazos. En cuarto lugar, una notable visibilidad en todas las direcciones, con espejos exteriores de buen tamaño, y por último, la gran comodidad de los asientos, que si bien son firmes, ajustan muy bien al cuerpo y tienen un adecuado diseño en sus apoyacabezas. Hay además un detalle interesante en su techo de cristal, que contribuye a generar un agradable ambiente interior, y en particular, de noche.
Si bien está pensado para cuatro personas, lógicamente los asientos traseros son menos espaciosos que los delanteros, pero brindan una razonable comodidad para pasajeros que no sean demasiado corpulentos.
Resulta algo extraño la ausencia de guantera, que se intentó compensar con un par de bandejas ubicadas por encima del panel, y otro par de huecos colocados por debajo de dicho panel.
Luego de girar la llave de encendido, se escucha tenuemente el zumbido del motor de 1.000 cc., fabricado con tecnología Suzuki. El comportamiento dentro del tránsito urbano, es notable. Se siente ágil y muy dócil, con buena respuesta de la dirección y de frenos. La ergonomía es correcta e intuitiva, con un panel de instrumentos y comandos muy sencillo, que no generan complicaciones de ningún tipo para su utilización. Tal como decíamos antes, la altura del puesto de conducción es muy buena, pero recién se puede comprobar cabalmente, circulando dentro del tránsito capitalino. A modo de referencia, es muy semejante a la de cualquier monovolumen del tipo Scenic o Meriva, o de varias pick ups 4×4.
Resulta llamativa la sensación permanente de andar en un vehículo grande, casi contradictoria con la realidad cuando a través del retrovisor vemos aproximarse la trompa del auto que viene detrás, y que se detiene prácticamente a nuestras espaldas. Es fácil olvidarse que su largo total ronda los 3 mts., pero por cierto que como siempre, es cuestión de costumbre.
Los 46 HP que genera el motor, responden bien, gracias a una adecuada relación de la transmisión. Se alteran un poco con el aire acondicionado en funcionamiento, por lo cual en ese caso se requiere ubicar la aguja del cuentavueltas a un régimen algo mayor.
Los instrumentos son correctos, claros y de fácil lectura. Tal vez podría contar con una alerta de cinturón de seguridad sin abrochar, teniendo en cuenta el alto nivel de equipamiento que incluye levantavidrios y espejos eléctricos, dirección electroasistida, 2 airbags, bloqueo central con remoto, faros, etc.
También el comportamiento en ruta es muy interesante. Fácilmente puede superar los 100 km/h de velocidad, sin someter el motor a ningún esfuerzo. La insonorización es adecuada, y se siente firme, con buena estabilidad aún en caminos sinuosos.
Para completar las buenas prestaciones que puede brindar el Noble 1.0 L, vale decir que el consumo de combustible es muy económico, esperable y tal como corresponde a un auto de estas caraterísticas.
Por supuesto que como sucede con todos los vehículos, siempre hay algún aspecto mejorable. A nuestro juicio, mencionaremos un par de detalles como la falta de regulación de altura del cinturón de seguridad y el equipo de radio de origen.
Nada de esto empaña los atributos de este pequeño gran auto, cautivante y atractivo, que resulta una opción excelente, entre otras cosas, gracias al diferencial que ofrece con respecto a otras marcas con las que compite dentro de su segmento.
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