No hace mucho tiempo atrás a nadie sorprendía, aunque sí molestaba, que cuando un nuevo modelo se presentaba en nuestro país, ya hubieran transcurrido uno o dos años desde su lanzamiento a nivel mundial.
Hyundai es una de las marcas de mayor crecimiento en el mundo, y no es casual que eso ocurra. Además de la incorporación de nuevos centros de diseño y estilo ubicados en Europa y en Estados Unidos, de nuevas tecnologías y materiales de calidad que les permiten obtener productos de primer nivel, la estrategia comercial también se comporta en consonancia y se ocupa de afianzar la presencia de la marca en todos los mercados del planeta en los que tiene representación, sin importar su tamaño.
Vale entonces como ejemplo lo que ocurriera el año pasado con la Nueva Tucson que apenas pocos meses después de su presentación en el Salón de Frankfurt, ya estaba a la venta en los showrooms de Hyundai Fidocar. Simultáneamente con otros mercados del mundo y antes aún que en algunos de los más importantes de la región, se lanzó en Uruguay la última versión del Sonata, de tal modo que el usuario compatriota ya dispone entre sus opciones de compra de este nuevo producto de Hyundai.
Es un sedán de alta gama, poseedor de un diseño innovador, con algunos elementos que armonizan con el estilo de la Nueva Tucson. Nacido en el Centro de Diseño Hyundai de Irvine, California, su concepción se basa en algunos elementos de la naturaleza, tales como el agua y la tierra. Del líquido vital, surge su fluidez, y de la tierra, su elegante musculatura y vitalidad.
Su presencia es impactante, con una mirada fuerte y agresiva marcada por los grandes faros estilizados, y la parrilla central de 4 elementos, que toma parte de la forma hexagonal presente en la ya mencionada Tucson.
El paragolpes integrado, muy lanzado, acompaña las líneas curvas descendentes de la parrilla, dejando un espacio inferior para la toma de aire y para contener los faros antiniebla. Todo el conjunto es muy moderno, fuerte, pero sin lugar a dudas, muy bello.
La vista de perfil es sumamente elegante, con el techo que describe una curvatura abierta y amplia, que finaliza en la tapa del maletero, formando una cola corta. La cintura es alta, y está acompañada por una prominente moldura, voluminosa, descendente en la parte posterior, y que pasa por las manijas de apertura de la puertas, disimulando visualmente de modo magistral la diferencia de altura que hay entre ellas. Por debajo y atrás, surgen los faros traseros, que envuelven las aristas y finalizan en la tapa del baúl, a los lados de la matrícula.
Es un auto de gran tamaño, con 4,820 mm de largo, 1,835 de ancho y 1,470 de alto, con una distancia entre ejes de 2,795 mm. A pesar de ser más bajo con respecto al piso que su antecesor, el sector trasero cuenta con una buena altura.
El interior mantiene absoluta consonancia con el aspecto externo, destacándose por su elegancia, buen gusto y gran amplitud de espacio en todas sus plazas.
Llave inteligente y el correspondiente botón de arranque, asientos eléctricos, sistema de audio y materiales de alta calidad, techo eléctrico de cristal y equipamiento super full, aseguran un nivel de confort tan disfrutable como un nocturno de Mozart. Un elemento de seguridad original que se incorpora es el sistema integrado de seis airbags, que incluye los de tipo cortina y de plena longitud al frente y en los laterales, y también laterales para los asientos traseros.
La planta motriz se basa en un motor de 4 cilindros 2.4, generador de 178 CV de potencia y 23,3 kgm a 4.000 rpm. Cabe mencionar que gracias a las nuevas tecnologías, se mantiene firme por parte de Hyundai la tendencia para la utilización de motores chicos en lugar de los grandes V6, asegurando prestaciones de potencia y torque semejantes a aquellos enormes consumidores de combustible, con las consiguientes ventajas que ello implica.
Destacamos la actitud de lanzamientos de Hyundai, y esperamos que se contagie a otras marcas.
Fuente: AutoAnuario
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