La versión final del deportivo híbrido de la marca nipona, es movida por un motor 1.5 i-VTEC y otro eléctrico que aprovecha la energía que se desperdicia en las frenadas. Combinados, los dos motores desarrollan una potencia de 122 cv.
Otro punto a destacar son los tres diferentes modos de conducción disponibles, que se pueden seleccionar mediante un botón en el volante. El modo denominado Sport altera la dirección y aceleración, con el fin de lograr un mejor desempeño, mientras que el modo Econ, ajusta el conjunto dando prioridad total al menor consumo. El modo Norma mantiene las configuraciones de dirección, aire acondicionado y motor sin alteraciones.
Como todo buen deportivo, también el diseño es uno de los puntos fuertes del deportivo asiático. La parte delantera cuenta con una gran parrilla, que junto al perfil afilado del modelo, forman un conjunto muy armonioso. Al igual que en el antiguo CRX, la luneta trasera se extiende hasta el techo.
Por dentro se nota una clara inspiración en el Civic, pero con algunas modificaciones. La ergonomía es muy buena, los comandos quedan muy al alcance del conductor, que también puede consultar la información del navegador en la generosa pantalla instalada en la consola central. El volante de tres rayos multifuncional y el panel futurista completan el visual.
Entre los elementos de serie, ofrece control de estabilidad, radio con CD, aire acondicionado y control de crucero. En la versión mas equipada, denominada EX, de agregan, entre otros, el sistema multimedia, Bluetooth y el volante revestido en cuero.
El nuevo CR-Z estará disponible en los EE.UU. a partir del segundo semestre de este año.
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